21 oct 2011

HISTORIA DE JOAO

ESTÁ EN PORTUGUÉS PERO CREO QUE SE ENTIENDE...
Transexual que desafiou a todos e mudou de sexo em plena ditadura relata história em autobiografia.

04/10/2011 - Nos anos 1970, em plena ditadura militar, o transexual João W. Nery, sem se importar com os riscos e a precariedade médica da época para certos tipos de cirurgia, se tornou a primeira mulher a se submeter à mudança de sexo. As dificuldades, angústias e as batalha que o transexual precisou enfrentar, antes e depois da cirurgia, estão todas relatadas em Viagem solitária, livro que acaba de chegar ao mercado. Em mais de 300 páginas de autobiografia, João conta sobre sua infância reprimida, a solidão que tomou conta dele durante a adolescência, as dificuldades amorosas, a decisão de se submeter à cirurgia, em 1977, quando a mesma era proibida e os médicos que se dispunham a realizá-la eram indiciados.
O autor também fala sobre a perda de seu diploma de psicologia, ocorrida após a mudança de sexo, os quatro casamentos e o orgulho de ser pai.

20 oct 2011

ETA ANUNCIA QUE DEJA DE MATAR

Aún debiendo tener toda la prudencia del mundo porque son quienes son, y aún no siendo el mejor de los anuncios posibles (el de la rendición INCONDICIONAL y entrega de las armas), hoy es un GRAN DÍA para celebrar con GOZO y ALEGRÍA!!

¡¡VIVA LA LIBERTAD Y LA PAZ!! ¡¡Y VIVA ESPAÑA!!



http://www.elmundo.es/elmundo/2011/10/19/espana/1319034890.html

10 oct 2011

EL TERCER SEXO... ¿EN LA MODA?


El top Andrej Pejic desafía el orden binario de géneros desfilando en pasarelas masculinas y femeninas. ¿Fenómeno puntual o nueva revolución sexual?


Foto: Jonas Bresnan/ Estilismo: Isabel Moralejo

Dice Jean Paul Gaultier que la belleza del modelo Andrej Pejic no es de este mundo. Y debemos darle la razón por partida doble. Tanto porque la androginia de Pejic, deslumbrante y turbadora, es de una perfección que se diría celestial, ya que la fascinación que su rareza de género ejerce entre los tótems de la moda no se corresponde con lo que hoy por hoy el mundo de aquí abajo reserva en lo cotidiano a las personas como él, a los raros como ella.
Para el cierre de su último desfile de la colección primavera-verano 2011 en la Semana de la Moda de París, Gaultier vistió a Pejic de novia. Y Pejic avanzó hacia un imaginario altar imprimiendo a su personaje tal esplendor y convicción que todo el mundo quiso casarse con ella, con él. Steven Meisel, Teller Juergen, Mert&Marcus, Eugenio Recuenco: tiene subyugados a los fotógrafos más influyentes. Marc Jacobs, Vivienne Westwood, Raf Simons, Galliano, Paul Smith: lo reclaman los modistos más prestigiosos del mundo. Y Pejic aprovecha el tirón y posa para Vogue París o realiza el más exquisito desfile vistiendo, indistintamente, colecciones de hombre y de mujer. Mientras, en muchas calles, una indefinición de género semejante sigue siendo asunto de alto riesgo. Cuando menos, motivo de incomprensión y de desprecio.
Pejic, por su parte, ha comentado que esnifa estrógenos con su amiga Lea T. y que estaría dispuesto a implantarse pechos de silicona con tal de poder desfilar para Victoria’s Secret. Con declaraciones de tamaña insolencia, el modelo hace saltar las alarmas más convencionales. ¿Tan perverso puede llegar a ser el afán de notoriedad que fomenta esta sociedad del espectáculo? ¿O son los ensordecedores cantos de sirena de la industria de la moda el brillo cegador de sus promesas? Algunos sospecharán que sí, dado que quien proclama algo tan desconcertante tiene solo 19 años y ya es el foco donde se concentran los ojos más ilustres de la moda. Porque el matrimonio de Pejic está resultando de los más prósperos del fashion business. Tanto, que ha desembarcado en Nueva York anunciando que no está dispuesto a levantarse por las mañanas por menos de 50 dólares. ¿50 dólares? Así que, en realidad, es un bromista. Sí, ironiza con el fulgor de su éxito tanto como con la extrañeza que suscita la cuestión de su identidad. No solo eso. Con la misma osadía con la que recorre la pasarela vestido de mujer, critica al sistema capitalista, tilda de retrógrada a la sociedad o carga contra la intolerancia del conservadurismo. Dice que, entre desfile y desfile, lee a Trotsky.
Aunque Gaultier ha aportado mucho a su visibilidad, de la integración trans deben ocuparse los políticos, no los diseñadores (Carlos Díez)
¿De dónde sale alguien así? ¿Es un sofisticado producto de la industria para atraer la atención hacia unas pasarelas intimidadas por la crisis? Para el artista visual Joan Morey, no cabe duda. Experto en propuestas culturales contemporáneas y en tendencias de moda, Morey cree que Pejic «no tiene ningún control sobre su imagen, todo se dispone a modo de intercambio contractual entre su agencia y los clientes». Michael A. Donas, headbooker de la agencia de modelos Happy Mondays, coincide con esta visión: «Este mundo necesita impactar, reinventarse continuamente. Kate Moss surgió como una alternativa a las mujeres barbies y muy altas. Los modelos son un producto para vender imagen y él tiene un look andrógino que encaja con lo que le hacía falta al sector. Es su momento». Que sea el propio Pejic quien insista en que está aquí para ganar dinero («Supongo que soy un riesgo calculado por parte de la industria porque tengo lo mejor de ambos sexos: soy ese ansiado lienzo en blanco capaz de asumir carga masculina y femenina») induce a Del LaGrace Volcano, artista intersexual y fotógrafa de la comunidad transexual y queer, a matizar la opinión de que constituya un fenómeno mediático más: «En parte, puede ser así, pero alguien que se expresa de ese modo demuestra una excepcional inteligencia y una extraordinaria conciencia de sí mismo. Decir que no es más que un producto del marketing sería negar su personalidad».
No podemos saber cuál es ese otro mundo al que se refiere Gaultier, en donde la belleza es como la de Pejic; pero podemos preguntarnos por qué surge alguien como él (o como la brasileña Lea T. o el holandés Valentijn de Hingh, modelos transexuales) precisamente en un mundo como el nuestro y en un momento como el actual. «Un mundo de mentes adormecidas», acusa Morey, «y un tiempo incauto, ignorante y perezoso, que olvida con facilidad los movimientos radicales y transgresores del pasado». Que, tal y como advierte el modista Lorenzo Caprile, certifica la muerte de la postmodernidad. Un mundo en crisis no solo económica, sino también política, ecológica, moral. La historia demuestra que, en situaciones así, las sociedades se vuelven continuistas, tienden a replegarse, a aliviarse en lo convencional, se aferran a lo malo conocido antes de correr el riesgo añadido de lo que queda por conocer. Alguien como Andrej Pejic, que desafía una de las convenciones básicas, la del género, no tendría cabida en un mundo así. Sin embargo, todos se rinden a sus pies. Acaso, precisamente, porque de esa fractura, de la falla que la crisis abre sobre un suelo que se tambalea, solo puede surgir alguien que no necesita de las mismas coordenadas: alguien de otro mundo que recuerde que es posible, que inste a la rebelión y que nos tiente a ser libres, a experimentar, a derribar barreras. «El género», señala Del LaGrace Volcano, «es el último bastión de la civilización tal como la conocemos». Y Pejic, «aunque su belleza no sea peligrosa ni suponga un desafío al ideal imperante –alto, delgado, rubio: la mujer blanca de Richard Dyer–», desestabiliza las dos únicas categorías donde culturalmente se ha permitido clasificar el género de las personas: hombre y mujer. Esa indefinición en la identidad de género provoca, según Raquel (Lucas) Platero, docente y escritor transexual, una evidente inseguridad: «Con solo estar en la misma habitación, personas como Andrej o como yo generamos una pregunta en los demás. Interpelamos a las nociones de la normalidad, al orden binario establecido». ¿Puede haber conceptos más relacionados que crisis e inseguridad?
La llegada de Pejic representa una ventana abierta a la rareza de género y, en particular, a la transexualidad. Sus palabras y su imagen traen aire fresco a un paisaje minado de prejuicios y de confusión. «Que alguien como él o como el cantante Anthony, que gustan a tanta gente, se declare transexual y hable sobre la identidad de género arroja mucha luz sobre la escena», celebra Carla Antonelli, primera diputada transexual de la historia de España. «Porque la gente se mueve por estereotipos, por clichés prejuiciosos; y cuando una persona transexual va a buscar trabajo, no se lo dan, pues siguen anclados en la imagen en blanco y negro, en la exclusión. Pero no nos extrañemos: la primera mujer conductora, la primera bombera, la primera que bajó a una mina, la primera negra que se sentó en un asiento reservado para blancos, todas esa primeras veces han sido noticia, solo las han cuestionado los machistas empedernidos, los racistas». Antonelli ha sido elegida por la revista Tiempo una de las 100 españolas del siglo XXI: «El importante mensaje que subyace es el del respeto a mi identidad, a mi libertad. Es la consideración pura, sin más». Y eso es lo que Pejic destaca de su experiencia con la celebridad: «Ahora me respetan, antes era solo una cosa mona disfrazada».
¿Significan estas señales que ha llegado una suerte de «hora trans»? Algunos son escépticos. «Ojalá. En las sociedades occidentales estamos empezando a ser más capaces de convivir con lo transexuales, pero siempre que estén en espacios no amenazantes. No sé si somos tan capaces de convivir con ello cuando es algo más cotidiano y cercano. No sé si no generaría más alarma social. Si tu profe, tu compañera de trabajo o la pareja de tu hermano fuera una persona transexual, tal vez no te gustaría», lamenta Platero. El propio Pejic ha sido víctima de esta fobia: la revista Dossier denunció a la prestigiosa librería norteamericana Barnes&Noble por tratar de censurar una de sus portadas, en la que el modelo aparece con el torso desnudo en una exquisita imagen de la fotógrafa Collier Schorr. 
«Si existieran casos como el de Andrej Pejic entre las estrellas de fútbol, asistiríamos de verdad a un gran cambio de mentalidad. Hace años llevar pendientes era, directamente, de maricones; pero desde que David Beckham se los puso, es muy normal ver a padres e hijos con brillantes hasta en los dientes», reflexiona el diseñador Carlos Díez, que sitúa el fenómeno Pejic en sus justos límites de influencia social. Creador de colecciones calificadas de andróginas, Díez siempre ha utilizado los mismos tejidos, colores, estampados y formas para hombres y para mujeres, y en su tienda no hay percheros para unos y otras, todo está mezclado. «Tengo clientes de todo tipo, incluidos transexuales, y en mis desfiles, además de modelos profesionales, siempre hay amigos y gente anónima de todo género y orientación sexual; simplemente, el tipo de gente con la que convivo. Y si bien Gaultier ha aportado mucho a la visibilidad y a la mezcla de géneros, razas y estatus sociales, de ciertos aspectos de la integración de los transexuales deben ocuparse los políticos, no los diseñadores», comenta. En este terreno, el panorama no es muy esperanzador que digamos, si tenemos en cuenta que en España, uno de los países más avanzados del mundo en derechos LGBT (movimiento que los transexuales iniciaron en Stonewall en 1969), el Partido Popular, favorito para ganar las próximas elecciones generales, tiene recurrida la modificación de la ley que permite los matrimonios gais. Así que, de transexuales, ni hablamos. Para algunos, su belleza sigue siendo de otro mundo
Fuente: www.smoda.elpais.com

CAMPAÑA 1 VOTO, 1 CIUDADANO (SIN QUE IMPORTE DE DONDE SEA)

https://twitter.com/#!/EstudiantesUPyD/status/123439913252290561/photo/1

El CJE reprueba el recurso al Constitucional del PP al matrimonio

El texto de la FELGTB fue aprobado con una única abstención, la de Cruz Roja Juventud.

La Asamblea Ejecutiva del Consejo de la Juventud de España aprobó el pasado sábado, 8 de octubre, con todos los votos a favor y una única abstención, la siguiente propuesta del Área Joven de la FELGTB:

Defensa de los derechos de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales ante el recurso de inconstitucionalidad del Partido Popular contra el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El pasado 30 de septiembre se cumplieron 6 años de la interposición del recurso presentado por el Partido Popular a la Ley 13/2005, de 1 de Julio, por la que se modificó el Código Civil reconociendo el derecho a contraer matrimonio a las parejas del mismo sexo. Esta ley ha sido uno de los grandes avances históricos en materia de igualdad que ha vivido tanto el colectivo de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales como el conjunto del Estado Español. La aprobación de este derecho nos ha conferido, como jóvenes LGTB, la asunción de un sentimiento real de igualdad, de protección legal de nuestra realidad familiar, tanto como hijas  e hijos como a la hora de decidir establecernos con una pareja, contando, exactamente, con los mismos derechos hasta hace unos años restringidos a una colectividad heterosexual, al enlace en matrimonio o la unión de pareja de hecho.
Esta equiparación de derechos refleja la sociedad avanzada, plural y diversa que, desde los Consejos de Juventud y las entidades miembro del CJE, tratamos de construir. Una sociedad cuya juventud, según la investigación “Jóvenes y Diversidad Sexual” realizada por el CIS a petición del INJUVE y de la FELGTB, acepta muy mayoritariamenete el matrimonio entre personas del mismo sexo, concretamente el 81,2%, (siendo un 71,2% en el caso de jóvenes votantes del PP) contrariando lo que, a día de hoy, continúa manteniendo el Partido Popular tanto con el recurso que presentó ante el Tribunal Constitucional como con las declaraciones cuestionando los derechos para el colectivo LGTB que parten de miembros de dicho partido. Además, diversos informes han puesto igualmente en evidencia el efecto beneficioso que esta igualdad, que este reconocimiento oficial, ha supuesto para la juventud LGTB, que se ha visto reforzada en su autoestima y empoderada socialmente.
De todo ello, podemos afirmar que esta ampliación de derechos y libertades ha producido satisfacción no solo en la comunidad LGTB sino en el conjunto de la ciudadanía.
El 29 de septiembre de 2005 el Partido Popular interpuso un recurso de inconstitucionalidad para invalidar esta reforma del Código Civil generando así incertidumbre e inseguridad en nuestras familias. Hasta que el Tribunal Constitucional no se pronuncie vivimos con la duda jurídica de que nuestras uniones sean declaradas “inconstitucionales” o “ilegales”.
Nuestro derecho al matrimonio no perjudica a nadie y sí implica dignidad y felicidad. Tenemos derecho a organizar nuestra relación efectiva como lo hacen las parejas de diferente sexo. La igualdad de un colectivo ha de ser completa o, por el contrario, no lo es. Por ello la propuesta de “cambio de nombre” de nuestra unión que en repetidas ocasiones ha sido propuesta por el Partido Popular no esconde sino homofobia y bifobia. Nuestras familias son tan dignas como las que forman parejas heterosexuales y por tanto ¿Por qué habrían de tener una denominación diferente y un reconocimiento legal distinto de estas? Lo que es igual a de llamarse de la misma manera.
Es por ello que, desde el Área joven de la FELGTB solicitamos al CJE, a sus Consejos de Juventud autonómicos y a las restantes entidades miembro:
1.   Mantener el compromiso de  defensa de nuestros derechos civiles y sociales como jóvenes lesbianas, gais, transexuales y bisexuales.
2.    
Mantener el apoyo y apostar por el firme compromiso público de denuncia ante el cuestionamiento a nuestros derechos civiles que este recurso de anticonstitucionalidad supone.

Fuente: www.felgtb.org

MORIR POR SER TRANSEXUAL


El asesinato de Sonia, asesinada a golpes por un grupo de neonazis, marcó un hito en la defensa del colectivo - 20 años después, su memoria sigue viva.


"Llame al despacho". El mensaje apareció una tarde de febrero de 1992 en el busca del entonces subinspector de los Mossos d'Esquadra Joan Carles Molinero, que veía con sus dos hijas un desfile de carnaval en Barcelona. El hoy comisario investigaba el asesinato de una transexual en Barcelona, que murió de una lluvia de patadas en la cabeza y de un trastazo en el pecho con un palo de escoba mientras dormía en el parque de la Ciutadella. Molinero buscó una cabina telefónica. "Acabamos de escuchar una llamada que puede ser muy importante", le dijeron sus hombres.
      José Rescalvo y Sonia
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      A la izquierda, José Rescalvo Zafra antes y después de convertirse en Sonia.- PAU RIGOL

      La noticia en otros webs

      Solo dos de los seis condenados por la muerte de Sonia están aún en prisión
      -¿Quieres venir a casa esta noche?
      -No, no...
      -Siempre me dices que no. ¿Tienes miedo de venir a mi casa?
      -De tu casa no, de ti.
      -¡Hostia, ni que fuera un travesti!
      -No hombre, no te pongas así.
      -Por cierto, ¿sabes quién hizo aquello del travesti de la Ciutadella?
      -No
      -¡Pues yo sí!
      Héctor López Frutos intentaba ligar con una jovencita alardeando por teléfono de conocer los autores de aquel atroz asesinato. El chaval ya estaba en el punto de mira cuando los mossos grabaron esta conversación. El jueves se cumplieron 20 años del día en que seis jóvenes neonazis se colaron de madrugada en el parque de la Ciutadella y, con sus botas de punta de hierro, patearon a José Rescalvo Zafra, de 45 años, conocido como Sonia, hasta matarle. Héctor fue uno de ellos.
      Su asesinato, el 6 de octubre de 1991, es el primer crimen de una transexual por el mero hecho del serlo del que se tiene información y constancia en España. Fue también el primer asesinato que investigaron los Mossos y supuso un punto de inflexión en el modo de tratar las agresiones relacionadas con el odio y la discriminación, que en Cataluña ha culminado con una fiscalía especializada en tratar este tipo de violencia.
      La llamada de Héctor, hecha desde su casa, cuando no estaban sus padres, fue la clave para estrechar el círculo. La policía tardó cuatro meses y una semana en detener a siete jóvenes. Seis de ellos fueron condenados. El grupo de rapados y amantes de las esvásticas inició ese 6 de octubre de hace dos décadas una ruta con el propósito de "tocar el tambor": liarse a patadas con la cabeza de alguien, según dijeron a la policía.
      Empezaron a las 17.30 a tomar cervezas en el bar Barrigón, en el barrio del Born. De ahí, al Pop-Bar. Y de este al pub SQ. Unos dijeron que ya iban borrachos cuando se colaron en el parque por un agujero de la verja. Otros, lo negaron. Caminaron hasta la glorieta de los Músicos, una zona frecuentada por homosexuales y transexuales, y fue allí cuando el grupo "propuso tocar el tambor". Eran cerca de las tres de la madrugada. Los "bultos" que atizaron tenían "aspecto travesti", declaró uno de ellos a los mossos.
      "Ninguno negó los hechos", cuenta Molinero, que recuerda con absoluta claridad "el nivel de desafío, beligerancia, prepotencia y chulería" de aquellos asesinos confesos. Uno de ellos explicó que "sintió un fuerte dolor en el dedo gordo del pie" cuando llevaba unos "15 o 30 segundos golpeando indistintamente a las dos personas que había allí". A pesar de la punta de hierro de las botas, el agresor se rompió una uña. Dori, también transexual que dormía junto a Sonia en la glorieta, sobrevivió a la paliza. Luego, los seis skins fueron a por Miguel, un indigente que estaba cerca. A causa de los golpes, el hombre perdió el único ojo del que conservaba la visión y se quedó ciego. Tras la cacería, los neonazis visitaron un cuarto bar, el Vis a Vis.
      En la prensa, se hablaba del asesinato de un transexual negro. "Fue tal la paliza que le dieron que era todo moratones", explica el magistrado José Joaquín Pérez Beneyto que instruyó el caso y encargó a los mossos que lo investigasen. El Cuerpo Nacional de Policía estaba "volcado en el antiterrorismo de ETA; esa era su obsesión y no hacía tanto del atentado de Hipercor [1987]", recuerda.
      El 11 de marzo, el equipo de Molinero -siete agentes- detuvo a los asesinos de Sonia. En el registro de las casas de Pere Alsina Llinares, David Parladé Valdés, Héctor e Isaac López Frutos, Andrés Pascual Prieto y Oliver Sánchez Riera hallaron fanzines neonazis, puños americanos, bates de béisbol y carnés de los Boixos Nois. El juez les condenó en total a 333 años de cárcel. Menos dos, el resto está en libertad.
      "Fue la primera vez que un tema de homofobia y transfobia se trataba en serio", cuenta Eugeni Rodríguez, del Frente de Liberación Gay de Cataluña. Para la abogada que llevó la acusación popular, María José Varela, supuso "un momento emocionante" porque "los gays y transexuales luchaban por salir de la invisibilidad".
      Desde entonces, Rodríguez mantiene viva la memoria de Sonia. Explica que huyó de su Cuenca natal a los 16 años para instalarse en el anonimato de Barcelona. Llegó a actuar en el teatro Arnau del Paralel, pero la suerte le dio la espalda. Dedicada a la prostitución y sin apenas contacto con su familia, vivió en los últimos tiempos en la indigencia.
      Su terrible muerte al menos ayudó a concienciar sobre los crímenes relacionados con el odio. En Cataluña, los Mossos contabilizan específicamente este tipo de denuncias (179 hechos delictivos en 2010, la mayoría por homofobia). Aunque queda mucho por hacer. "No hay estadísticas de delitos de odio en España. Y solo hay un fiscal especializado en Barcelona", lamenta el magistrado Pérez.

      Fuente: Diario "EL PAÍS", 9/10/2011